Sobremesa gastronómica
La sobremesa puede convertirse en un pretexto para la erudición gastronómica, como ilustra este breve inédito de Santi Santamaria, en el que se cita a dos ilustres clásicos de la gastronomía de los siglos XIX y XX
Textos publicados por Santi Santamaria en su blog entre los años 2009 y 2011
La sobremesa puede convertirse en un pretexto para la erudición gastronómica, como ilustra este breve inédito de Santi Santamaria, en el que se cita a dos ilustres clásicos de la gastronomía de los siglos XIX y XX
Ya hace días que cruzamos la barrera de los cien posts. Esta presencia continuada es algo de lo que me parece muy apropiado que nos congratulemos y que hubiera sido imposible sin ustedes, queridos lectores y comentaristas
En la cocina actual, estamos cerca del arte por el arte y se traen a colación términos extraídos de la filosofía contemporánea para ensalzar a los cocineros por encima del vulgo gremial. De todos modos, también es verdad que no es lo mismo deglutir que sentir
Lamento mucho no disponer de tiempo suficiente para dialogar con los comentaristas. Pero, a mi juicio, el objetivo primordial de este blog se cumple con el debate que generan algunos de los posts que cuelgo cada semana
En cierta ocasión se me ocurrió relacionar la buena cocina con una buena defecación, y se armó un revuelo que aún se recuerda. Pero en esta vida los excrementos y todo lo que se relaciona con ellos tienen su importancia
Estamos en plena temporada de guías, y no sólo en España: en Italia, por ejemplo, se preguntan cómo es posible que un restaurante que lleva dos años cerrado pueda mejorar de puntuación (concretamente, de 76 a 77 sobre 100) en una guía tan célebre como la Gambero Rosso 2010. Éste es el esperpéntico caso de…
En España se suele tachar de afrancesados a quienes siguen modelos profesionales o conceptuales de origen galo. Pues bien, debo confesar que a mí me resulta mucho más atractivo el modelo de crítica de la Guía Michelin que el de muchos críticos españoles
Es preciso recuperar y revitalizar la memoria, cultural, musical, culinaria. No podemos apelar únicamente al goce de los sentidos, sino que debemos dirigirnos al intelecto, o, de lo contrario, nuestro cerebro se convertirá en un órgano perezoso
El canal de noticias estadounidense MSNBC ha elaborado la lista de las diez mejores ciudades gastronómicas del planeta. En primer lugar, figura Barcelona, por lo que hoy en casa estamos que no cabemos en nosotros de gozo
Todo lo ocurrido en relación con los transgénicos, así como lo sucedido hace ya algo más de un año con la publicación de «La cocina al desnudo» me lleva a recordar el decálogo del periodista que formula el libro de Juan Luis Cebrián «El pianista en el burdel»
Han pasado ya trece meses desde la aparición de «La cocina al desnudo», tiempo suficiente para hacer balance y matizar, algo que he aprovechado para hacer en la «Apostilla» que incluye la edición de bolsillo
Nunca, en los años precedentes, ni siquiera cuando Can Fabes se quedó a las puertas del «top ten» del ranquin de The S. Pellegrino World’s 50 Best Restaurants, he hecho alarde de mi posición en dicha lista
Antes de subir al escenario a tocar el clarinete, al polifacético director de cine le gusta merendar. Desconozco si se entrega a los fogones, aunque no le debe faltar quien le eche una mano, como Scarlett Johansson, quien declaró el año pasado que «con Woody Allen trabajaría hasta en su servicio de cocina».
Ante todo, reitero mis disculpas a los opinantes que reclaman que actualice más a menudo el blog e intervenga más directamente en el intercambio de comentarios y opiniones. Lo cierto, como decía en un post anterior, es que mis obligaciones profesionales me dejan menos tiempo libre del que yo desearía para esta bitácora. Si estoy…
Escribe en su blog la crítica de arte Avelina Lésper: «Hacer del cuerpo un objeto de comercio es un negocio sucio desde que tenemos memoria histórica. (…) El mercado del arte contemporáneo es el nuevo burdel legal (…). En estas operaciones comerciales no venden arte, venden la invención o mentira de lo que hoy llaman arte y el cliente ‘cree’ que sabe lo que hace y paga, mientras le dicen que hizo una buena compra, que es inteligente y vanguardista. Este es un mercado artificial sin valores y es un fraude.»
Al consultar el diccionario de sinónimos el adjetivo “efímero”, encuentro los siguientes; breve, fugaz, momentáneo, pasajero, perecedero. Siempre he oído decir que la cocina es un arte efímero, pese a que en nuestro cerebro existe un espacio reservado a la memoria, es decir, al recuerdo, evocación, retentiva. En cierta ocasión, al ser preguntado sobre cuándo daba por finalizado un plato, contesté instintivamente que en el momento en que el comensal se lo ha comido. Después reflexioné al respecto y mi respuesta ya no me pareció tan adecuada: si bien un plato se acaba materialmente cuando el comensal se lo ha comido, éste guarda en su memoria unos recuerdos relacionados con el plato que no desaparecerán hasta que se borren de su memoria. En algunos casos, puede que las emociones asociadas con un plato perduren hasta la muerte. La memoria y la subjetividad son la garantía de que no existan dos platos iguales, aunque el cocinero repita escrupulosamente la misma receta.