Sobre la palabra «restaurante»
Santi Santamaria, como siempre, puntilloso con el uso de las palabras, aprovecha este breve texto inédito para rendir homenaje a algunos grandes restaurantes, que hacen honor al término que los designa
Textos publicados por Santi Santamaria en su blog entre los años 2009 y 2011
Santi Santamaria, como siempre, puntilloso con el uso de las palabras, aprovecha este breve texto inédito para rendir homenaje a algunos grandes restaurantes, que hacen honor al término que los designa
Estos días en Can Fabes tenemos de baja al gran sumiller Joan Carles Ibáñez, por una inoportuna lesión deportiva. A él dedicamos este gran artículo de Santi sobre el vino en las salsas, reserva del 2005.
Vuelve el Santi polemista y apasionado: en varias ocasiones (una de ellas, en este blog), tuvo que oír que él no cocinaba. Este post fue la respuesta que escribió para sí mismo
Con todo el respeto, presidente Mas, creo que la austeridad es una cuestión de fondo más que de forma. Por eso determinados gestos públicos me parecen más populistas que populares
La primera modalidad de acogida en un restaurante es la atención al cliente que se pone en contacto con el establecimiento. A la hora de recibirlo, la discreción, el tacto y la naturalidad son indispensables
En las casas serias el personal de cocina se pasa un sesenta por ciento del tiempo limpiando y sólo un cuarenta por ciento cocinando. Desconfíen de los cocineros que necesiten que alguien les limpie los fogones
El vino habla, pero las mejores orquestas sinfónicas pueden desgraciar una ópera por la mala sonorización del auditorio
Muchas veces se ha menospreciado al servicio en los ambientes profesionales, tildando a los camareros de «transportistas de platos». Pero los buenos camareros actuales son mucho más
Comprendo que a los clientes les guste ver al chef en la cocina. Pero yo creo que el cometido del chef, hoy por hoy, no es el de salsero ni amiguete ni confidente, sino el de formador de equipos
Del mismo modo que hay que saber disfrutar de la cocina de un gran restaurante, hay que saber pagar. Y no es menos importante saber cobrar: ¡cuántas veces invitaríamos a amigos y parientes! ¡Cuántos restaurantes se arruinarían si el cocinero hiciera las facturas! Pero la realidad se impone, y si los proveedores no cobran, no…