¿Pasta fresca o seca?

Otro inédito de Santi, del 2002, con «bonus track» incluido: una receta fácil y contundente de chopitos con fideos; para alimentar primero el espíritu y después el cuerpo

Si la pasta viene de China o de la Toscana, para lo que me interesa exponer, resulta indiferente. Lo cierto es que, a Cataluña, llegó desde Italia. Y si Cataluña es el lugar de España donde se comen más macarrones o canelones es porque los italianos nos acostumbraron a ellos. Hechas estas precisiones, añadamos que el mercado nos ofrece hoy pastas para todos los gustos: galets de medidas variables, desde los de diario hasta los de las ocasiones solemnes como la escudella de Navidad, fideos, macarrones, espaguetis, tallarines… de gramajes y medidas variados: la pasta es un mundo, con más variedades que quesos hay en Francia.

Se discute si son mejores las frescas o las secas (la célebre pasta asciutta). Yo prefiero la pasta seca, sobre todo los fideos y los espaguetis pero a mi juicio se trata de una debate absurdo, ya que la distinción se debe a razones de tipo cultural (pastas frescas en el norte de Italia, secas en el sur) que no afectan al valor culinario de la pasta. En cambio, lo que sí afecta a su valor es la dichosa costumbre, tan extendida en España, de cocerla en exceso: ¿o acaso no han comido ustedes nunca unos macarrones pastosos, pasados de cocción?

Les ofrezco a continuación una receta de pasta rápida y veraniega, para disfrutar al momento y en familia. Eso sí, con pasta seca.

FIDEOS CON CHOPITOS

Para esta receta, lo ideal es contar con chopitos pequeños, de no más de 4 cm, aunque resulten un poco más trabajosos de limpiar, pero tengan en cuenta que, si son de este tamaño, no hace falta retirarles las tripas. Si utilizan sepia, que sea lo más pequeña posible.

De entrada, en una olla de agua con sal, cocemos los fideos (unos 100 g por persona) al dente, los enfriamos y los escurrimos bien. Luego, en una cazuela ancha, salteamos los chopitos con aceite, un poco de ajo y unos taquitos de tocino o de jamón. Al saltear los chopitos sin limpiar, el conjunto quedará de un color marrón oscuro, pero no debemos inquietarnos: el sabor no entra por los ojos. En la misma cazuela, ya fuera del fuego, mezclamos los chopitos con los fideos, albahaca picada, sal, pimienta y un chorrito de aceite crudo.

Rapidísimo de preparar y de un aspecto brutal, este plato tiene un sabor igual de potente, para quienes gustan de comer sin manías.

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